Después de llevar viviendo por más de un año en París y haber tenido la experiencia de probar el pan más suavecito, esponjoso y delicioso de mi vida: croissants, pan au chocolat, éclairs y baguette… ¡Puedo decir que comer pan es verdaderamente un placer!
Mucho hemos escuchado sobre el pan, las harinas y los carbohidratos. Dentro de los discursos más populares está el famoso dicho de: “el pan engorda”.
¿Qué hay de cierto en esto? ¿Realmente el pan engorda?
Bien, podría resumir este breve artículo diciendo que no es verdad pero entonces debo aclarar algunos puntos sobre su contenido nutrimental para ayudarte a comprender mejor cómo puedes incluirlo en tu dieta, sin subir un gramo de más.
El pan está nutrimentalmente compuesto por hidratos de carbono (harina y/o azúcar) sin embargo de acuerdo al tipo de pan puede haber otros ingredientes como: leche, huevo, mantequilla o aceite; los cuales son alimentos que aportan proteína y grasa. También contiene levadura y sal, ingredientes que no mencionaré en éste artículo.
De acuerdo a su contenido de grasa existen dos grupos en la clasificación de los cereales: con grasa y sin grasa. Entonces consideraremos un pan dulce (por ejemplo: una dona cubierta de chocolate) como un cereal con grasa y un pan salado (por ejemplo: un pan tostado) como un cereal sin grasa. Esta clasificación de acuerdo al Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes la cual está hecha en base a su aporte energético y nutrimental.
Por otra parte, hablando detalladamente sobre el aumento de peso, hay diferentes causas por las cuales puedes aumentar de peso, una de ellas es la cuando consumes más energía de la que tu cuerpo requiere para realizar todas sus funciones; y otra es cuando gastas poca energía y entonces tu cuerpo almacena reservas energéticas en forma de grasa.
Lo anterior quiere decir que cuando hay un desequilibrio entre lo que comes y lo que gastas (energéticamente hablando) entonces se verá reflejado como un aumento de peso.
Entonces la clave está en qué tipo de pan, que cantidad y cuando eliges comerlo. Por ejemplo: Si comes un pan tostado con mermelada y semillas de chía antes de ir a caminar 1 hora ; te aseguro que no pasará absolutamente nada con tu peso. Por otra parte, si comes todas las noches dos donas cubiertas de chocolate y sin haber hecho nada de ejercicio, seguro la báscula marcará gramos de más sin piedad.
Mi recomendación es entonces, disfrutar cualquier alimento pero “sin excesos”. Elige verdaderamente comer un pan dulce cuando realmente lo vale, come sin culpa. Busca una porción adecuada. Haz ejercicio ese día.
Si tu colesterol, triglicéridos o glucosa están por arriba de los niveles normales; se prudente en tu elección. En este caso, es mejor buscar un pan integral y sin azúcar. No necesitas dejar de comer un alimento que te brinda energía. Si te gustan los panes, mejor prepara uno casero. Busca recetas con harina integral, poca azúcar y aceite de oliva.
¿Te sientes mejor al descubrir que el pan no es el responsable de tu aumento de peso?